Docentes excelentes: Hoy aprendemos con Rafael Bailón

“Prestigiar la FP es clave para el futuro”

Hoy estrenamos sección en nuestro Blog y lo hacemos de la mano del premiado como mejor docente de Educación Secundaria y Bachillerato 2020: Rafael Bailón ¡Menudo honor! Muchas gracias Rafael por tu buena disposición.

¿Cuándo decidiste dedicarte a la docencia y por qué?

Lo mío es vocacional. Desde muy pequeño, tenía claro que debía ser docente. Decía Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Como enseñantes, podemos comprender mejor el mundo y contribuir a una transformación cada vez más necesaria.  Tenemos un poder que si sabemos usarlo nos hará crecer como personas.

Creo que hemos de despertar el ansia de aprender en nuestro alumnado. Pero no me limitaré únicamente a los contenidos y sí promoveré una educación en valores.

¿En qué nivel educativo estás? Infantil, primaria, secundaria… y qué materias impartes 

Soy profesor de Secundaria en el IES “Diego de Siloé” de Íllora (Granada).

¿Qué recuerdas de tus primeros tiempos como docente?

Como todo en la vida, uno trata de mejorar. Recuerdo como intentaba despertar el interés de mis destinatarios, aplicar los sabios consejos de aquellos MAESTROS que dejaron su impronta en mi persona. Profesores como Diego Oviedo, Juan Santaella, Miguel Ángel García, Luis García Montero o Gracia Morales fueron algunos referentes para mí por muy diversas razones.

También tenía anotados algunos nombres que, lejos de ser espejos para mí, reunían todas las características que jamás debiera mostrar ninguna persona que se dedique a una profesión tan maravillosa como la nuestra. Seguramente, me equivoqué muchas veces, si bien siempre quise llegar a todos.

Como profesor traté de atender las necesidades educativas planteadas en cada uno de los grupos, convencer a quienes estaban cerca de tirar la toalla que su decisión no era la correcta. Estas y otras premisas son las que trece años más tarde sigo intentando llevar a la práctica en mi quehacer diario.

¿Has tenido algún momento “tierra trágame” en la escuela?

Creo que todo educador lo ha tenido, tiene o tendrá. Lo importante es solventarlo de la mejor forma posible. Nunca he actuado desde la imposición o la firme convicción de creerme en la verdad absoluta por el mero hecho de ser yo el docente. A veces, los alumnos están pasando un mal momento y nosotros no nos damos cuenta de ello.

Considero que debemos actuar desde la empatía (conectarnos emocionalmente con los demás). Sin duda alguna, es un valor que con bastante frecuencia es desechado o no puesto en práctica, pudiendo solucionar en numerosos casos problemas graves de convivencia y también permitiendo una mejora en el terreno o aspecto académico.

¿Qué técnica infalible aplicas en el aula para mantener el orden y captar la atención de tus alumnos?

En primer lugar, nadie tiene la técnica o pócima mágica que solucione todos los problemas del mundo, si bien sí es cierto que cada uno de nosotros puede usar herramientas o realizar  actuaciones que nos permitan experimentar grandes mejoras. Así, yo trato de conectar el conocimiento a la realidad cotidiana del alumno.

De igual forma, señalan los expertos que el comienzo de una clase es fundamental para lograr captar el interés, por lo que trato de introducir aquellos conceptos más novedosos o interesantes (nunca dedico el inicio a la corrección de tareas).

Por último, aconsejo hacer breves descansos cada 20 minutos o pequeños retos/desafíos en la pizarra (nos sirven para repasar los contenidos trabajados).

Tema tablets y móviles… ¿Qué diferencias encuentras entre los niños de antes y los de hoy?

La tecnología. Es la gran diferencia entre los niños y también entre el profesorado de antes frente al actual.

No debemos rechazar de inmediato las nuevas metodologías de aprendizaje y sí aprender unos de otros. En ocasiones, un/a compañero/a puede estar realizando una actividad que funciona, por lo que podemos tratar de aplicarla en nuestra materia. Dejemos atrás los egos o trabajar como llaneros solitarios o quijotes. En nuestra profesión, la suma de esfuerzos es garantía de éxito.

Si nos referimos a los niños, las escuelas se adaptan a la sociedad digital, convirtiendo al alumno en protagonista de los aprendizajes o centro de un nuevo paradigma.

¿Qué es lo más bonito que te ha dicho un alumno? ¿Y lo más divertido?

Recuerdo una frase que guardo en mi cartera: “Me enseñaste a no desistir en mis metas. Gracias por ser como eres”. 

Como momento divertido, recuerdo el dibujo de un chico de 1º de ESO, con un pequeño texto escrito con letras mayúsculas: ¡QUÉ BONITO ERES! El dibujo era el de un atún blanco o bonito del Norte.

¿Qué se te pasa por la cabeza cuando te dicen que tienes muchas vacaciones?

A palabra necias, oídos sordos. Permitidme que no responda a ello.

Hay problemas muchos más graves en el mundo, a diario. A todos aquellos que están más pendientes de la crítica destructiva o ejercen de aficionados a contertulios para una mesa de debate, les diría: ¡Gasten su tiempo en ayudar a quienes sufren! Afganistán o  erupción del volcán Cumbre Vieja son algunos de los problemas actuales que requieren de nuestra solidaridad.

Háblanos de cómo ves el panorama del sector educativo ¿Cuáles son los mayores desafíos a los que tenéis que hacer frente los docentes?

Tenemos muchos retos, entre los que se encuentran:

1. Modificar nuestra forma de enseñar, adaptándonos a los tiempos actuales.
2. Involucrarnos más allá de la transmisión o impartición de conocimientos.
3. Enseñar, divertir e implicar.
4. Diagnosticar el problema como hace el médico cuando ha de intervenir (partamos desde el problema para hallar la solución).
5. Fomentar la creatividad en las escuelas (tomo como modelo a Sir Ken Robinson quien considera necesario un sistema educativo que nutra en vez de socavar la creatividad).

Yo me hago una pregunta que hago extensiva a todos/as:

¿Por qué nuestro sistema educativo tiene grietas y el fracaso escolar es mayor que el de otros países de Europa?

Necesitamos de una vez por todas  un  consenso entre todas las fuerzas políticas (una ley duradera que surja desde el acercamiento y el diálogo), estando presentes las opiniones de los docentes. La formación del profesorado, la elección de los directores, la organización y autonomía de los centros educativos, el acoso escolar, una nueva Formación Profesional o la reducción de la ratio (no más de 20 alumnos por aula), son algunos de los temas que deben solucionarse. De igual forma, procedamos al análisis de la realidad con dos cuestiones que debiéramos responder.

¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el diagnóstico de la sociedad actual?

Si queremos reconstruir  la realidad, una educación integral de calidad para todos/as será el pilar sobre el que sustentar los cambios o modificaciones que se produzcan. Necesitamos un pacto apolítico y social (la educación no puede estar sujeta a vaivenes nada beneficiosos, según gane las elecciones uno u otro partido).

Considero de vital importancia educar a las generaciones futuras en pro de integrarles en nuestra sociedad, conferirles las competencias que promuevan o garanticen el desarrollo individual de la persona y su progreso, facilitando el futuro acceso al mercado laboral. En este sentido, hay un desajuste o desequilibrio en los niveles de cualificación en relación con las necesidades del mercado laboral.

A mi juicio, las escuelas viven obsesionadas con lo académico, y, en la línea de lo que defiende el experto en innovación educativa Richard Gerver: “(…) están reaccionando con excesiva lentitud a los cambios del mundo”.

No puedo estar más de acuerdo con el citado Gerver, cuando afirma: “Necesitamos un sistema educativo que siempre cuestione sus procesos. Innovar sugiere un gran momento de transformación, pero no debe hacerse demasiado rápido”.

Con relación a esto último… ¡pide un deseo! Quién sabe…

Sonrisas para todos y menos sufrimiento en el mundo. Añadiré algo más, aunque sea profesor de Secundaria. Lo hago desde el conocimiento y la objetividad, a tenor de nuevas profesiones emergentes o yacimientos de empleo:

“Prestigiar la FP es clave para el futuro”.

Gracias por compartir tus experiencias y reflexiones con nosotros Rafael, hoy contigo, ¡hemos aprendido mucho!