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Reflexionamos sobre educación y tecnología con Toni Garcia Arias, finalista al Global Teacher Prize 2023.
La entrevista con Toni García Arias, finalista al Global Teacher Prize 2023, revela preocupaciones fundamentales en el ámbito educativo contemporáneo. Arias pone de manifiesto la crisis de valores en la sociedad actual, subrayando la inquietud por la ética de los estudiantes al emplear la Inteligencia Artificial en sus labores escolares. Más allá de esta preocupación, destaca la necesidad de un equilibrio entre el uso de la tecnología y métodos tradicionales, como el regreso al lápiz y papel en las aulas. Además, aborda la disminución en la comprensión lectora, destacando la importancia de transformar la lectura en una actividad disfrutable y no solo evaluativa. Asimismo, reflexiona sobre la propuesta de observadores en las aulas, resaltando la importancia de que estos observadores estén igualmente capacitados que los docentes.
En esencia, las reflexiones de Toni García Arias proporcionan una visión profunda sobre la necesidad de valores éticos, la adaptación tecnológica y la integración de métodos tradicionales en el panorama educativo actual.
Alguna vez has mencionado que cuando un alumno usa la Inteligencia Artificial para hacer un trabajo, lo que te preocupa es el engaño por parte de este. ¿Crees que, en este sentido, en la actualidad hay una crisis de valores? Y si es así ¿a qué crees que se debe?
Creo que vivimos una clara crisis de valores. Y no es una afirmación gratuita que me haya surgido de la nada. Los datos están ahí para contrastarlos: el aumento de las violaciones entre menores, la violencia hacia profesores y padres, el aumento del machismo y de la homofobia entre adolescentes, las agresiones para lograr likes… Quien lo niegue, sencillamente es porque no quiere verlo. Y eso es grave, porque el primer paso para solucionar un problema es no negarlo. En el ámbito educativo, cuando un alumno utiliza la IA para realizar un trabajo, lo que más me preocupa es la ética de ese menor, capaz de usar una mentira para lograr un objetivo. Sin embargo, es algo que no me extraña. En nuestra cultura actual, cualquiera puede mentir sobre el otro o sobre sí mismo que no pasa absolutamente nada. Si alguien como un ministro puede mentir sobre un tema determinado sin que existan consecuencias profesionales ni jurídicas ni morales, por qué no voy a mentir yo usando la IA para hacer un simple trabajo de clase. Debemos tener en cuenta que nuestros jóvenes no son como son ni actúan como actúan porque sí, sino que son el reflejo de la educación que les transmitimos los adultos como padres, profesores y sociedad. Si, al final, hemos eliminado de la escuela y de la educación de nuestros menores la ética, la filosofía, el arte, el esfuerzo, el sacrificio, la disciplina o el éxito a largo plazo, convirtiendo la educación en algo puramente instrumental para el ámbito laboral, ¿qué esperábamos que sucediera?
Últimamente se habla mucho sobre que cada vez más escuelas desean renunciar al ordenador para volver al lápiz y el papel en las aulas ¿A qué crees que se debe esta tendencia? ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Según diversos estudios, parece que aquellos países que habían apostado por una utilización casi en exclusividad de las nuevas tecnologías están obteniendo peores resultados que antes de su implantación. Esto los ha llevado a reflexionar sobre su uso. Yo soy un amante de las nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías pueden revolucionar la enseñanza y el aprendizaje. Poder ver cómo funciona el cuerpo humano a través de unas gafas de Realidad Virtual o visitar las Pirámides de Egipto con esta tecnología, es absolutamente maravilloso. Sin embargo, lo importante de la implementación de las nuevas tecnologías en el aula es su finalidad de uso y el tiempo de uso. Si solo usamos la tecnología en el aula como agentes pasivos y no creativos, la tecnología es un mero objeto de consumo. Además, la tecnología debe usarse un tiempo determinado y con una finalidad determinada Es absurdo estudiar los tipos de árboles en una tableta teniendo un huerto escolar con veinte especies de árboles. Del mismo modo, escribir a mano y leer en papel fomenta una serie de habilidades que no las fomenta las nuevas tecnologías del mismo modo. Así que, como siempre digo, en el aula debemos ofrecer diferentes metodologías y diferentes recursos. Todos tienen cabida.
¿Qué piensas acerca de que los alumnos tengan ahora una menor comprensión lectora y cómo, según tu experiencia, podría revertirse esta situación?
La disminución en la comprensión lectora es un problema preocupante que no obedece a una sola causa ni tiene una única solución. A leer se aprende leyendo. Y nuestros alumnos, especialmente a partir de que entran en Secundaria, cada vez leen menos. Desde el punto de vista didáctico, yo siempre pongo el mismo ejemplo. Si al salir del cine me aborda una persona y me hace rellenar un cuestionario donde debo rellenar quién es el personaje principal, quién es el secundario, el nombre del director, un resumen de la trama, etc., al día siguiente no vuelvo al cine. Y no vuelvo al cine porque el cine tiene un componente de ocio fundamental. Con la lectura sucede lo mismo. Cuando a uno le gusta leer, disfruta con ello. Sin embargo, en la escuela hemos convertido la lectura en una actividad de aula más a la que le hemos eliminado el disfrute. Si queremos que los niños sigan leyendo cuando son adultos, debemos procurar que disfruten leyendo, no que se sientan evaluados leyendo. Para revertir esta situación, es crucial fomentar la lectura regular desde edades tempranas, promover la diversidad de géneros literarios y proporcionar apoyo individualizado a los estudiantes con dificultades. Además, debemos fomentar la creación literaria para que los menores asuman la literatura como parte de su vida personal y no solo escolar.
Acerca de la propuesta de algunos expertos de que haya observadores en las aulas para mejorar las clases tal como ya se hace en otros países, ¿tú como la ves?
La propuesta de tener observadores en las aulas puede ser beneficiosa si se implementa de manera adecuada, cosa que en nuestro país lo veo bastante complicado. La profesión docente es una profesión excesivamente individualista, de puertas cerradas, así que introducir observadores externos debe hacerse con objetivos muy claros para no herir susceptibilidades. La presencia de observadores puede proporcionar una retroalimentación valiosa para los maestros y poder ofrecer así oportunidades de desarrollo profesional. Sin embargo, para que un observador pueda aportar información adecuada debe tener al menos la misma formación profesional y experiencia que el observado. Y ahí es donde creo que en nuestro país podemos fallar, especialmente en el ámbito de la Educación Primaria, donde parece que todo el mundo puede opinar sin tener la mínima formación o teniendo una formación absolutamente teórica y con poca realidad de aula.
Para terminar, si estuviese en tus manos cambiar las cosas a nivel educativo ¿cuáles serían las 3 primeras cosas que cambiarías? ¿Te imaginas que fuese posible?
Si tuviera la oportunidad de cambiar tres cosas a nivel educativo, en primer lugar, enfocaría los esfuerzos en personalizar la enseñanza para satisfacer las necesidades individuales de cada alumno. La escuela debe ofrecer una posibilidad de éxito a todos los alumnos, teniendo en cuenta sus habilidades y capacidades. Si primamos un solo tipo de capacidad o habilidad, estamos condenando al fracaso a miles de alumnos. Por otro lado, en segundo lugar, promovería la formación continua y el desarrollo profesional de los docentes, proporcionando recursos y apoyo adecuados. Últimamente, la formación docente parece haberse convertido en un espectáculo de fuegos de artificio y muy poca ciencia. Eso debe cambiar. Por último, revisaría de arriba abajo el currículo, ya que, por un lado, requiere la eliminación de contenidos que ya no son tan primarios y, por otro, la introducción de contenidos más actualizados que todavía no han sido incorporados.
¡Muchas gracias Toni!, siempre es un placer leerte.